Inaugurado en 1963 para renovar el viejo estadio del Estrella Roja (de 1927) fue el ejemplo de lo que fueron las gradas de piedra para los campos de fútbol y su capacidad para amontonar aficionados del Estrella Roja, puesto que de las setenta y cuatro mil personas (no hablo de localidades) que tuvo el primer año en el que se disputaron partidos hasta los ciento diez mil que pasó a tener tras el fin real de las obras, a partir de ahi se ganó su apodo y por el nombre por el que es mundialmente conocido.
El Pequeño Maracana es el estadio representativo del ambiente de la parte más oriental de Europa. Bengalas e hinchas alentando los noventa minutos, suerte para los visitantes que existe una pista de atletismo que hace que el público no este además de animando "encima" del campo, porque el ambiente realmente es infernal, equiparable al que se vive en Grecia.
Tras la "formalizació" de la UEFA, el estadio tuvo que ser remodelado para poder jugar competiciones europeas reduciendo su aforo a casi la mitad, dejándolo en cincuenta y cuatro mil espectadores perdiendo el motivo de su histórico mote.
