Un cambio

por | 22:47:00
El otro día estaba viendo un partido y vi un gran enfrentamiento entre dobles pivotes.

Y eso me dio que pensar, recuerdo cuando veía los partidos de pequeño y veía como un jugador, un único pivote, un Guardiola, un Redondo, un Albertini, un Roy Keane... se hacían cargo de crear y, en una pequeña parte, destruir el juego del equipo.

Pero todo esto pasó, para mi el punto de inflexión, fue el Mundial del '94, cuando Brasil (que campeonó al final) tenía un centro del campo con un doble pivote. Dos jugadores que se cumplimentaban, se turnaban en cuanto a las labores de creación y destrucción, de un altísimo rigor táctico y muy generosos con el equipo a la hora de presionar o a la hora de llegar.

¿Qué llevó a Parreira a usar este centro del campo? Personalmente, creo que ese Brasil pese a tener un equipo con Romario, Bebeto y Raí, no era el mejor Brasil que ha acudido a una cita mundialística y quiso sacrificar el poderío ofensivo tan característico del país, por controlar en todo momento a su rival y su principal canal de generar jugadas de ataque, el clásico mediapunta se encontraba con dos jugadores a los que evitar.

A partir de ese año, vi como paulatinamente muchos equipos fueron adoptando, en distintas variantes, un centro del campo con un doble pivote. Primero se retrasaba a un media punta o se adelantaba a un central para buscar un equilibrio, un jugador se encargaba se surtir balones y otro de robarlos.
Pero con el paso del tiempo se "especializó" la posición y surgieron jugadores capaces de batallar con los rivales más habilidosos y ser buenos conductores del ritmo ofensivo de su equipo.

Y aquí es donde creo que la Liga española ha cambiado su percepción del fútbol. Poco a poco, la idea de dar equilibrio se tornó en la de juntar jugadores en zonas en las que es impensable que un equipo falle. Y se llegó al punto en el que estamos ahora, en el que se preocupan más de no perder que de tratar de ganar.
Veo un partido de la liga inglesa y, además de que hay más variantes de centro del campo, los equipos tienen la actitud de ir a por el partido. Continuos "tomas y dacas", intercambios de ocasiones que solo la calidad de ejecucion marca las diferencias.

Quizás es momento de mirarnos al espejo a ver que vemos
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