Header Ads Widget

Responsive Advertisement

Los metros que le faltaban

La aparición de Víctor Camarasa en el primer equipo del Levante se vio como la incorporación de un futbolista a coste cero que podía, por sus características, dar continuidad y evolucionar al perfil Vicente Iborra que tan importante había sido para la mejor etapa del equipo granota en su historia con la estancia más prolongada en la élite e incluso con una participación en competición europea.
La confianza que le fueron dando los diferente entrenadores que tuvo en sus primeras temporadas en Primera no había sido correspondida con un rendimiento regular: podía completar partidos donde su aportación repercutía directamente en la performance del equipo e inmediatamente perder peso específico en la sala de máquinas de un equipo destinado a sufrir y a ser reactivo.

El descenso del Levante suponía un punto de inflexión en su carrera, se veía con mimbres para continuar en Primera jugando con regularidad pero no sería con un equipo con más aspiraciones que las que le había ofrecido el Levante (algo que sí habían conseguido durante los últimos años jugadores que habían abandonado la disciplina azulgrana). El enroque del melianero puso al club en una situación delicada de gestionar que desembocó en su salida rumbo a Vitoria.



Y ha sido bajo la dirección de Pellegrino donde hemos encontrado unas pistas de a qué puede llegar Camarasa en Primera. Como si fuera otro punto en donde ligarlo con Iborra, ha sido el ubicarlo en una posición más avanza sobre la pizarra, en la teoría, donde el 8 del Alavés se está mostrando como un centrocampista con llegada, con visión para un último pase pero sobre todo con una interesante lectura de lo que necesita su equipo durante los partidos.
Escribíamos la ubicación más avanzada sobre el papel, donde ciertamente su posición de partida se sitúa por detrás del delantero (Deyverson, con el que se entiende a la perfección) donde rebaña todos los balones sueltos y encuentra espacios, compañeros y no tantos rivales en una posición encarada, pero siguiendo con algo más de detalle su rendimiento en los partidos, sobre todo en casa, podemos detectar cómo cae más a banda derecha si Gaizka Toquero inicia desde esa zona pero acaba jugando mucho más arriba.
Un movimiento que trata de dar equilibrio, ya que en la izquierda Theo (otro del que se debe hablar mucho) y que crea un espacio que abre mucho el campo para Marcos Llorente.

Precisamente con el cedido por el Real Madrid, que también está cuajando una gran temporada con El Glorioso, ha enseñado otro mecanismo en busca de aportar soluciones al equipo. Ante rivales que les han querido apretar durante la salida o que han ocupado mucho campo durante el repliegue del Alavés, Camarasa acude rápido para ayudar en la salida ofreciéndose como una opción más de pase fácil para los centrales. Un movimiento que oxigena y que aporta variedad a la manera en la que el Alavés de Pellegrino comienza a armar sus ataques, teniendo en cuenta que ha sido un equipo que normalmente ha tenido poca posesión en gran parte de sus partidos, es un un buen detalle el ver cómo los jugadores tienen ciertos automatismos para darle mucho valor a sus posesiones.

En las fases, largas, en las que su equipo no tiene el balón. esta nueva situación sobre el campo, algo más alejado de la zona crítica por delante de los centrales, puede llevar a cabo una presión a la circulación del rival ejecutando movimientos de anticipación con menos riesgo y más valiosos para el equipo si consigue recuperar el balón. Con las espaldas cubiertas, las 'lagunas' de concentración o el poco margen de error en comparación con su etapa como interior o mediocentro, le generan más confianza en ese tipo de acciones.

Con su futuro pintando lejos de volver al Levante para jugar, su buen año en el Alavés provocado por este cambio en su situación sobre el campo, presenta a Camarasa como un talento joven a seguir, con mucho por pulir todavía, pero con una demostrada capacidad para asimilar cambios importantes en referencia a lo que debe aportar al equipo.
¿Se animará algún equipo de objetivos más ambiciosos a apostar por él?