La llegada de Neymar a Barcelona no sólo ha supuesto el arribo de un jugador de unas condiciones tales como para considerarlo un próximo Balón de Oro sino que es otro nombre propio a añadir a la lista de jugadores que enfrentaron al equipo azulgrana y a su eterno rival, el Real Madrid. Por esto y otras muchas cosas el partido que disputarán mañana su actual club y por el que muchos le vieron fichado en donde tomará partida por primera vez será, una vez más especial.
Y no sólo será interesante por el morbo (?) que pueda nacer de ver a Neymar jugando contra el Real Madrid, sino porque será el siguiente gran escaparate para un jugador convertido en icono al ver escrito su nombre junto al de otros grandes mitos del fútbol que han jugado en este partido. Ahora sólo nos queda saber si tardará mucho en hacerlo, además, entre los que tuvieron un impacto importante en un Clásico entre estos dos gigantes.
Porque la primera temporada de Neymar en Europa está dejando una sensación de 'freno de mano echado' que no preocupa, pero sí genera cierta ansiedad entre culés y, no lo neguemos, el resto de aficionados que esperamos grandes cosas del penúltimo talento del fútbol brasileño.
El ex del Santos ha demostrado ser un chico muy maduro y ha ido haciendo que muchos de los que desconfiaban de su adaptación y hasta de su profesionalidad, vayan poco a poco cambiando de opinión y ahora 'sólo le critiquen' por aspectos que ya tienen algo más que ver con el juego. Su discurso sin estridencias, sus primeras aportaciones a 'la cadena de montaje' azulgrana están siendo más propias de un jugador gregario, sin el aval técnico con el que llegó Neymar, y más si Leo Messi está en el campo, ante el que cede por jerarquía.
Los últimos minutos del partido ante el Milan ofreció una alternativa con la que imaginé a este equipo al poco de oficializarse lo de Neymar: Cesc enganchando con Messi y Neymar como referentes ofensivos partiendo desde la banda. Una opción que potencia casi de forma sobrenatural el juego interior de un equipo que ya de por sí tiene condiciones suficientes como para complicar a cualquiera, a cambio de sacrificar a dos jugadores que aportan mucho como Alexis y Pedro, a cambio de sacrificar la opción de hacer ancho el campo y de crear más espacio por dentro.
Hemos tenido un precedente interesante de Neymar atacando a un equipo por la derecha donde Arbeloa y Ramos debía de frenar sus embites. Fue en la final de la Copa Confederaciones cuando Brasil castigó severamente a España con un Neymar estelar que abrió el marcador muy pronto.
Para muchos aficionados medios, esta fue la primera vez que vieron 'de cerca' a Neymar, se familiarizaron con lo que podía hacer el brasileño este por el que el Barcelona ha pagado una cifra que no logra poner de acuerdo a nadie, pero mañana le verá en el partido más exigente que pueda disputar un futbolista en estos días y muchos esperan que se decida a abrir el tarro de las esencias en un partido en el que coincida con Leo Messi, ya que sin el genio rosarino en el campo sí que se le ha visto absorver el juego de ataque culé no de una forma tan absoluta como Messi pero sí con la relevancia suficiente como para hacer funcionar al equipo en fase ofensiva, destacar a nivel individual y ganar el partido.
Carlo Ancelotti ha declarado que no ha preparado nada especial para frenar al brasileño, por una sencilla razón, dejaría margen para Messi, para Alexis, para Iniesta o para cualquier jugador con la lectura del espacio lo suficientemente buena como para desarmar la defensa blanca. Buenas noticias para Neymar.
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