El jugador del Shakthar Donestk Mkhitaryan es una de las sensación del fútbol europeo en este inicio de temporada. Sus fantásticos registros goleadores han acentuado su alto rendimiento desde que llegó al equipo ucraniano en 2010, como un jugador de futuro, que debería entrar de a poco en el 'Samba' Donestk pero que con la salida de Jadson hacia el Brasileirao y el golpe maestro de Lucescu de adelantar su posición unos metros para 'cubrir' el puesto del brasileño ha resultado clave tanto para sus cifras individuales como para el rendimiento global del equipo donde el equipo quizás pierda en control pero ha ganado en verticalidad y efectividad.
Catorce goles en la Premier League Ucraniana escriben un primer párrafo brillante en lo personal hacia la conquista de un nuevo título a la espera de que el proyecto del equipo dé un paso más en Champions. Ya avisaron en Turín donde durante buena parte del partido 'bailaron' a la Juve hasta el punto de que ese punto que sorprendió a más de uno pudiera saber a poco para la hinchada de los mineros de Donestk.
Pero ahora se presenta una realidad diferente al bueno de Mkhitaryan. Capitán del combinado nacional de Armenia, hay quien espera que traslade parte de ese acierto a la selección donde desde hace más o menos un año no logra un gol.
Hay dos factores que pueden explicar ese bajo registro goleador. El primero es que, obviamente, el volumen de juego y ocasión de Armenia dista de ser el del Shakhtar y el segundo es que Vardan Mynasyan prefiere apuntalar el mediocentro con la presencia de su capitán en el doble pivote y no en la mediapunta.
Las bajas por sanción tras el último partido ante Bulgaria (1-0) en puestos ofensivos y la visita de Italia bien podrían ser un óptimo escenario para que Mynasyan se anime a dar continuidad a Mkhitaryan como enganche, buscando, sin partir al equipo, de blindar al equipo desde el doble pivote hacia atrás y tener a su mejor hombre algo más liberado de esa contención y usando su llegada y remate para cazar a los Azzurri en alguna contra.
La solución, mañana a las siete de la tarde en Yerevan.
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