En estos días arranca el camino de las selecciones UEFA en su camino
clasificatorio y una vez dos selecciones iluminan las esperanzas de los
que seguimos el fútbol de todos los rincones que podemos: Bélgica y
Suiza.
Dos equipos que en los últimos años han ido juntando a una buena
camada de jugadores y que en esta parte de la competición se van
convirtiendo con el paso de los partidos en una decepción romántica.
Lo de los belgas viene de lejos. A medida que los nombres de Lukaku,
Hazard, Fellaini o Kompany iban ganando peso en el panorama
internacional con más presión se cargaba una selección que lleva sin
acudir a la fase final de una gran cita desde hace diez años. Tiempo más
que suficiente como para que el siempre fértil fútbol belga haya
generado el suficiente talento para volver al máximo nivel.
Encuadrada en el Grupo A se encuentra con dos equipos potentes en la
lucha o por la plaza directa o, por lo menos, una repesca que le dé esa
última oportunidad. Serbia viene a iniciar una nueva etapa de la mano de
Mihajlovic y, a pesar de ser un equipo competitivo, dista del temible
combinado que dio más de una sorpresa durante los noventa. Croacia dará
más problemas, con algún veterano que querrá ofrecer el último servicio
(Srna, Kranjkar) junto a un puñado de jugadores en el mejor momento de
su carrera.
Y luego estará Escocia, un equipo teóricamente alejado del potencial
del trío citado anteriormente pero que en su casa podría ejercer de juez
a la hora de ordenar la clasificación en el ahora lejano mes de octubre
de 2013.
Menos presión ‘histórica’, que sí que ha estado presente en fases
finales en los últimos grandes torneos (cómo olvidar que ganó a España
en el inicio del Mundial de 2010) cuenta Suiza que busca que los
campeones europeos en 2002 en la categoría sub17 (Barnetta, Senderos,
Ziegler) y los campeones del mundo en la misma categoría en 2009 (Ben
Khalifa -aún algo verde- y Xhaka) escuden a un talento como el de
Shaqiri hacia una nueva clasificación.
Su grupo, el E, parece diseñado para que sea igualado y donde la
experiencia y calidad del equipo que pueda ir retocando Ottmar Hitzfeld
acabe siendo el más regular.
Todo echará a rodar en unas horas. Bélgica con una exigente visita a
Gales mientras que Suiza recibiendo a la débil Albania. Dos rivales
diferentes para un objetivo común. Veremos cómo fue todo dentro de un
año.
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