Creo que ya os he contado alguna vez lo que me genera el fútbol de selecciones. Sí, está bien ver partidos 'diferentes' de vez en cuando pero no me acaban de enganchar. No es una cosa voluntaria y no sé si es por considerarlo inoportuno o porque me muestra una gran hipocresía por parte del aficionado medio.
Lo primero, para situaros en esta reflexión, es que me parece que España es un país con mentalidad de clubs. Todo el mundo vibró viendo a España ganar el Mundial hace unos meses pero me he hartado de leer quejas por el parón de la Liga para jugar ante Lituania y Escocia (parece que el anterior parón por el partido ante Argentina -y eso que era amistoso- jusitificaba por el morbo suscitado).
Creo que la gente, el hincha, el que 'lo siente' debería celebrar todos y cada uno de los partidos de España, ya sea contra Brasil o contra Lituania. Y eso se produce en una fase final de cualquier torneo... porque no coincide con la competición oficial de clubes, pero ojo con que se le haga elegir. Entiendo que mi comentario os parezca errado o desacertado, pero sólo os transmito la sensación que percibo.
Tampoco los propios clubes ayudan a mejorar esta situación. La reciente convocatoria de casi todos los mundialistas del Barça para esa pachanga en México a pocos días de la disputa de la Supercopa de España, las dudas sobre las lesiones de jugadores para no acudir a partidos, califiquémoslos como 'asequibles' y la estrella de todos los problemas, que un jugador pueda volver lesionado (sobre todo si es un amistoso)
Incluso ahora se disfruta de un seleccionador bastante tranquilo y diplomático que suele salir bien de todos los líos que se le organizan. Y mira que trabaja como que una vez cada tres meses...
Pero lo que más provoca mi desencanto es 'el entorno mediático' de la selección, que ha necesitado ver al equipo levantar copas para cambiar las intrigas, los confidenciales, los off the record y las polémicas por la confusión de confianza en el equipo con la soberbia.
Y tampoco quiero crear malos rollos con esta entrada, pero sí intentar haceros reflexionar sobre esto. Haced la prueba, fijaos cómo reacciona la gente cuando se para la Liga por un partido, aunque sea de clasificación para la Euro o el Mundial, o la cantidad de debates que pocas veces tienen que ver con el juego y sí con otros aspectos más inútiles.
