El Sevilla no acabó en casa el año de la mejor manera posible, de poder seguir en su persecución a Barça y Madrid para aprovechar, por ejemplo, una jornada como la de este pasado fin de semana, ha pasado a ver cómo hasta el Mallorca le ha robado su plaza de Champions. Para más inri, ve como su motor en el centro del campo, Zokora y su delantero más desequilibrante (a la espera de la vuelta de Luis Fabiano), como lo es Kanoute, se marchan a la Copa África.
Demasiadas malas noticias para encarar la complicada ronda de Copa contra el Barcelona. Tocados dejó a los jugadadores la derrota ante el Atleti más por la forma que por la pérdida de puntos , que no es poco. Dominar el partido y desmoronarse por completo a raíz del empate para acabar encajando un gol en el descuento es síntoma de que algo no marcha bien en el apartado psicológico del equipo.
Justo en una temporada en el que tienen menos presión, ya que todos 'esperaban' que Barça y Madrid se repartieran las primeras plazas de la Liga y que su dinámica ganadora podía dar pie a una inercia que ayudara en partidos complicados, estamos asistiendo a todo lo contrario.
Y es que el Sevilla empezó demasiado fuerte la temporada. Una campaña en la que se aspira a todo en tres competiciones más la carga de partidos y viajes para sus, cada vez más, jugadores internacionales, invitaba a una inteligente dosificación de esfuerzos y no a una alegre orgía de goles y juego con la que nos obsequió el club hispalense en el inicio de esta temporada debido, quizás, a la candidez inicial de su calendario. Así, la imagen que transmite ahora mismo el Sevilla es la de un buen equipo pero cansado, tanto física como mentalmente.
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Saludos