Hacía tiempo que no escribía de las vivencias que me aporta acudir cada dos semanas al Ciutat de València a ver al Levante. La verdad es que con la lesión de Geijo (por cierto, que nos hizo un doblete en su etapa xerezista) y la incertidumbre institucional con la "incorporación" de Jon Andoni Goikoetxea como jefe del área deportiva, el equipo había entrado en una dinámica negativa que se rompió en la visita a la cancha del colista, el Sevilla Atlético con una victoria.
Ahora tocaba la visita del Xerez, líder de la División de Plata del fútbol español y que debía servir como punto de inflexión en la temporada: recortar distancias con el equipo que marca el liderato y apretar más si cabe la lucha por las tres plazas del ascenso o descolgarse un poco y mirar a la misma distancia el ascenso que el descenso.
La cosa empezó bien. Lo primero de todo porque Manolo Reina estaba en la portería por la lesión de Mora hace unas semanas (insisto que este chico tiene cualidades para estar en Primera) y después porque el Levante, seguramente, haya firmado la mejor hora de lo que llevamos de temporada: juego de toque rápido, buenos movimientos arribas y pocas complicaciones atrás. También es cierto que el Xerez no ha hecho nada reseñable hasta bien entrada la segunda parte.
Con todo esto hemos llegado al descanso con un 2-0 justo, con un Rubén Suárez espectacular y con la sensación de que la cosa podía ser más escandalosa de cara a los segundos cuarenta y cinco minutos.
Pero en la segunda mitad, quién sabe si por el esfuerzo de la primera, si por echarse atrás o por la bronca que debe de haber sufrido el líder en el vestuario (de verdad que su primera parte ha sido horrorosa), el Xerez se ha hecho dueño del partido, han presionado más, han ganado todos los balones divididos y han ido aculando al Levante para jugar siempre en su campo.
En dos latigazos casi consecutivos han empatado el partido con dos goles de Mario Bermejo (menudo trotamundos de la 2ª División) y han estado cerca de lograr un tercero, si bien el Levante ha cazado varias contras para llevarse el partido.
Creo que el Levante se ha creído que puede hacer cosas sin Geijo ante cualquier equipo de la categoría, pero hoy Luis García ha planteado mal el partido dejando al rival la iniciativa en la segunda parte cuando estaban tocados de muerte.
Sirva esta entrada para avisar del dulcísimo estado de forma de Rubén Suárez, que se ha echado al equipo a la espalda.
