Caer de pie

Hay algo que no me acaba de gustar del calendario sudamericano, eso de sufrir un parón cuando casi finaliza la Libertadores por torneos de selecciones en verano y normalmente sufrir los mordiscos de equipos europeos en el mercado estival del Viejo Continente me parece un motivo que desvirtúa el torneo de una forma determinante. O no siempre.

Atlético Nacional se ha hecho con la Libertadores por segunda vez en su historia después de batir en la final a doble partido a la revelación del torneo, Independiente del Valle. Y lo ha hecho sabiendo que no podrá contar con dos de los jugadores de mayor contribución con el que ha sido campeón desplegando el mejor juego del Cono Sur. Marlos Moreno y Davinson Sánchez viajarán a Europa en unos días; Ibarbo no llegó ha las rondas finales y queda por ver qué jugadores han despertado el interés de equipos con potencial económico suficiente como para ofrecerles progresar su carrera lejos del proyecto que podría acabar tomando forma en Nacional.


Siempre cuesta rearmar a un equipo en un escenario así, hasta cuando algún equipo europeo fuera de la jet-set logra juntar a una buena camada de jugadores. Pero Nacional parece haber dado en el clavo con Miguel Borja. 
Su impacto en el equipo ha sido súbito: cinco goles en cuatro partidos para rematar a Sao Paolo en semifinales y otro en la vuelta de la final han ayudado de forma casi tangible a que su nuevo equipo rubrique una temporada de ensueño.
En poco más de un mes ha parecido asentar todas las virtudes que le han llevado a 'vivir' muy rápido (sólo 23 años y ya un paso por Europa) una carrera profesional más que prometedora.

De momento, en sólo cuatro partidos ya ha entrado en la historia de Atlético Nacional y quién sabe si a su alrededor Reinaldo Rueda es capaz de dar continuidad al estilo que desde 2014 muestra con los verdiblancos.
Porque si Borja ha caído de pie, el veterano entrenador que apartó los banquillos de selecciones (donde ya dio buena muestra de su hoja de ruta) para hacerse cargo del histórico del futbol cafetero con un resultado a corto plazo inmejorable de la mano de un juego más que atractivo para el gran público.
Dos piezas ilusionantes para el futuro a medio plazo y que serán un gran atractivo para el próximo Mundial de Clubes.