Toco y me voy: Independiente, rojo urgente

Ayer por la tarde un buen amigo me preguntaba por Independiente y sus posibilidades de descender de categoría por primera vez en su más que centenaria historia. Por eso, cuando esta mañana vi que había perdido durante la madrugada europea ante Lanús, pues como que me preocupé por la situación del equipo.
La derrota ante el 'Grana', que cortaba una racha de tres triunfos consecutivos, le deja con trece puntos tras doce jornadas disputadas a catorce puntos de la disputa de un título que hace mucho que dejó de ser objetivo y, con seis partidos y dieciocho puntos en juego, sólo piensa en sumar y sumar para alcanzar, por lo menos, a San Martín y encarar el próximo torneo ya no sólo con esperanzas renovadas, sino con un margen de error más holgado para evitar incertidumbres como la que se vive ahora en la parte roja de Avellaneda.

Y es que si bien es reciente el último gran éxito del equipo, la Sudaméricana de 2010, parece más una equivocación teniendo en cuenta que ese mismo año cerró en última posición en el Apertura, poniendo la primera piedra de la actual situación.
Por si el panorama deportivo no es para nada estimulante, la paupérrima situación económica, que, sin ir más lejos, es lastrada por el que debía gran símbolo del nuevo Siglo del club, el nuevo estadio Libertadores de América se une a la batalla de poder entre el presidente electo Javier Cantero para tratar de sacar al sector más violento y nocivo para el día a día funcional de dentro de la institución.
Pero esto son temas que seguro que ya habéis escuchado. Sólo queda pensar en lo que queda por delante.

Os decíamos, dieciocho puntos, seis partidos que seguirán este patrón: el próximo domingo visitará a San Martín en un partido que será, quizás algo más que tres puntos en juego por la situación en el promedio de ambos equipos y que podría servir de punto de inflexión a nivel anímico.
Porque el siguiente partido será en casa y ante Belgrano, un equipo que está peleando por el título, a dos puntos mientras se redacta esto de la posición privilegida que ostenta Vélez. Después habrá que ir a La Plata para enfretarse a Estudiantes en una etapa de transición post Verón que vive descolgado de la lucha por el torneo pero que toda la suma de puntos es buena pensando, como mal menor, en la Sudamericana.
El siguiente partido, cargado de morbo, también pondrá a prueba la fuerza mental del equipo. La visita de River Plate, otro de los grandes que protagonizó uno de los descensos más dramáticos de la historia del fútbol mundial, que más que por su juego, por la posibilidad de dar una estocada a un rival histórico dentro del fútbol local seguro que no venderá baratos sus puntos.

Y sin tiempo para digerir la situación que pueda deparar el resultado de ese choque tocará visitar a otro Clásico metido en problemas. Viaje a la cancha de San Lorenzo en idéntica situación, a día de hoy (bueno, con un partido menos) que la del 'Rojo' y ambos ante los últimos puntos de la primer mitad de la temporada.
El torneo se debe cerrar recibiendo a Colón, situado ahora mismo en el medio de la tabla sin problemas tampoco con el promedio, que bien podría, ante la falta de tensión competitiva, ser víctima de un milagro en forma de permanencia local en una última fecha que será infernal.

Pero para el equipo de Gallego la situación presenta una bala en la recámara en forma de partido aplazado ante Tigre. La inundación del Libertadores de América y la participación de ambos equipos en la Sudamericana ocupa muchas fechas en las que se podría disputar el partido para el que todavía no hay fecha definida de manera oficial. Ese problema sirve para tener un último aliento en caso de no poder sumar todos los puntos necesarios y convertirá ese encuentro, de disputarse como se plantea, finalizado el Inicial, como el partido más importante de la década para Independiente.

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