El fútbol es invierno

El Real Madrid, por historia y masa social es un club que genera mucha información al cabo de la semana. Tanta que lo que debería ser el eje referente de esa información, el partido, suele tratar de condensarse en 'la jugada', en 'la polémica' o en 'el protagonista'. Es complicado que se practique una crónica de sus partidos algo más densa donde las tres patas de banco sean las que deberían: presentación del partido, rival y escenario.
Y cuando juega contra el Levante, mi equipo, que puede ser la antítesis de todo lo que es social e informativamente el Madrid, se juzga, por un partido, el fútbol y las virtudes de un equipo que, no lo olvidemos, la mejor época de su historia.

Anoche, desde el campo, no pude apreciar con la definición y múltiples repeticiones de la tele acciones censurables (así como jugadas decisivas en el marcador), pero sí que os puedo decir que desde el campo no noté esa halo de violencia que me encontré cuando quise ver las reacciones a un partido que, como con acierto definió Mourinho, fue una 'guerra honesta entre dos equipos en busca de un resultado'.
El partido no fue vistoso y quizás por ello resumirlo en acciones de dureza antirreglamentaria sea la manera más cómoda de venderlo al gran público.





El Madrid me gustó. Un equipo que acudía a uno de los estadios más complicados en este año ante una defensa que venía de alcanzar un gran nivel de eficacia sin un 9 puro era estimulante.
Las condiciones meteorológicas con un campo donde quizás en un 80% de su superficie de juego el balón no rodaba con normalidad igualaba a los rivales, separados por el apartado técnico y la victoria minutos antes del Barcelona y el Atlético de Madrid imponía la victoria como único resultado aceptable.
Además el Levante, contrario a otros encuentros donde partía con el papel de víctima (deportiva), quiso 'achuchar' un poco al inicio gracias a la omnipresencia de Diop y a su velocidad en bandas que fue, hay que remarcarlo, excelentemente tapadas por Arbeloa y Coentrao.

Guiado por Alonso el Madrid tomó el mando del partido y comenzó a atacar con criterio y a perder el balón de tal forma que el Levante tenía mucho más terreno y jugadores que batir para hacer sus habituales contras. En este aspecto, en el de la pérdida del balón, el equipo blanco se mostró muy inteligente.
Y llegó el gol, en tras un balón parado, otro de los aspectos donde el Levante se había mostrado fiable hasta la fecha pero en el que ayer fue un equipo diferente: despistado y poco contundente.

La segunda mitad, con el cambio de Cristiano Ronaldo por Albiol, el Madrid presentó otro dibujo. Poblaba el carril central situando al defensor valenciano, que comenzó su carrera en esa zona, sí, pero que obviamente no se encontraba cómodo aunque el partido no requiriese un despliegue técnico excesivo en esa zona.
Un nuevo arreón del Levante llevó el partido a la igualada y con ello, a un nuevo volantazo de Mourinho sacando a Kaká. Fue curioso lo del brasileño. Lejos de la mejor versión conocida, es un jugador que intentó  hacer cosas diferentes como el pase filtrado que provocó el penalty que paró posteriormente Munúa. No recuerdo a ningún madridista intentando un pase como el de Kaká.
Otro apunte curioso fue que, tras fallar el penalty, Alonso, para mí el mejor madridista junto a Callejón, fue muy criticado por el sector blanco desplazado a Orriols.

La respuesta de JIM, que también había corregido cosas en el descanso fue jugar con dos delanteros primero para después romper con su doble pivote en busca de dejar a muchos jugadores descolgados para el contraatque. Con un Madrid volcado estuvo a punto de darle un zarpazo definitivo, pero su valiente idea, partió al equipo. Un riesgo aceptable que convirtió el rendimiento granota en ovacionable a pesar de la derrota, incluso recibiendo otro gol en una acción a balón parado.
El técnico azulgrana también dio con la frase en la rueda de prensa posterior: 'El Real Madrid en ejecución y con el talento que tiene nos ha ganado'.

Al final del partido, como os comentaba al principio, no fue el mejor 'producto' a la hora de venderlo, pero cómo los equipos fueron dirigidos desde el banquillo, el punto épico que le dio la lluvia y la intensidad con la que se entregaron ambos conjuntos, fueron suficientes ingredientes para ofrecernos un partido completo en muchos aspectos y que desde luego, debería de ensombrecer todo lo que ocurrió en los vestuarios tras el partido.
Los mismos protagonistas de siempre (por ambos bandos) en los hechos que poco o nada tienen que ver con el fútbol aunque siempre estén ligados a él.


Bonus track:

- Ángel. Vale, su gol puede ser fuera de juego, pero este chico merecía un gol desde hace tiempo. Le está costando el salto a la máxima categoría y se desfonda siendo, para muchos, el tercer delantero de una plantilla donde la figura de punta tiene una importancia vital. Está trabajando muy bien y el gol seguro que le dará confianza y crédito.

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