El Bayern que quiere Guardiola

El gol (golazo) de Negredo, la falta que envió al larguero David Silva, que también fue causante indirecto de la expulsión de Boateng gracias a un buen pase a Yaya Toure, fueron los coletazos de un moribundo Manchester City que sólo encontró espacio cuando jugó con uno más para hacer daño a un Bayern de Munich que antes le había asestado tres golpes mortales en forma de goles obra de Ribery, Muller y Robben.



Hasta esos últimos veinte minutos lo que se vio en el Etihad debió ser lo más parecido a lo que tiene en mente Pep Guardiola para hacer con la herencia de un Bayern tricampeón gracias a un estilo tan ofensivo como el suyo, pero de una verticalidad y hasta vértigo mayor al que el busca.
Lahm como centrocampista de elaboración, algo que ya en agosto nos parecía un parche o una probatura a la hora de asentar otros automatismos, comienza a tener sentido y habrá que esperar al final de temporada, con cierto recorrido, para saber si podría haber aportado más al equipo como lateral profundo o como centrocampista. Porque anoche no hizo falta ser muy profundo. Ribery, Robben y Müller encontraron en las espaldas de Toure y Fernandinho un espacio para aparecer, descargar y crear un espacio en su posición de partida.
Es admirable cómo Robben se está adaptando a lo que quiera Guardiola, aunque su gol viniera en contraataque tras una recuperación, y 'de balón dorado' el nivel que matiene Ribery, con las mismas ganas que tendría un jugador que no ha demostrado lo que el lleva en estos meses en un equipo que lo ha ganado todo, su gol también con un movimiento de autor de Guardiola, llevando al City a una zona del campo para después atacar por la contraria. Ayer los dos no sólo marcaron, sino que también cuajaron un gran encuentro ante el que poco pudo hacer un City que por momentos se mostró como un equipo frustrado y hasta impotente hasta los minutos finales con uno más.

Otro jugador que hizo un partido brillante y de los que parece que más rápido está adoptando los cambios en el juego está siendo Toni Kroos, quien otra vez partió desde diferente zonas del centro del campo y dio mucha fluidez a las posesiones del Bayern (97% de acierto en el pase), para que pecaran poco de horizontales o que no dieran opción al compañero para soltar rápido el balón.



El inicio del Bayern de Guardiola estaba siendo casi incontestable en cuanto resultados y debatido en cuanto a la forma de conseguirlos. Anoche era un prueba importante después de haber fallado la anterior (Supercopa vs. BVB) y no sólo sacó el resultado sino también convenció a todos los que podían dudar de si podría sacar rendimiento futbolístico a un equipo campeón con una personalidad muy marcada. Ahora sólo queda ver qué continuidad le da a este punto de partida.

Publicar un comentario

0 Comentarios