Michu, el nuevo fútbol global

He de reconocer que yo soy de los que no ve lo de la 'Ley Bosman' como algo bueno para el fútbol. No sé, quizás no consideraba el fútbol en los noventa como un trabajo que debía regularse de idéntica forma a trabajos más comunes. 

Pero bien es cierto que, a la larga, la posibilidad de que los jugadores de nuestra liga puedan salir con más facilidad que hace quince años ha servido ya no sólo para enriquecer el fútbol nacional sino también para presentar al jugador una amplia variedad de 'salidas profesionales'.

'Michu' ha protagonizado hoy una de las 'hombradas' en la jornada de la Premier anotando los dos goles que han supuesto al sorprendente victoria de su equipo, el Swansea, en el Emirates ante el Arsenal (uno ya no sabe si atreverse ha tildarlo de 'todopoderoso' aunque lo sea ante 'Los Cisnes'). Diez tantos del asturiano en quince jornadas del torneo inglés invitan a hablar de 'Michu' como una de las mejores incorporaciones en la Premier este año. Por algo más de dos millones de euros el equipo galés presentaba al mediapunta una gran oportunidad de crecimiento personal (en comparación a la situación económica del Rayo) sin ser un paso extremadamente grande en su carrera. 

En un fútbol sin 'Ley Bosman' me imagino la carrera de 'Michu' sin ese paso que seguro que cambiará su vida futbolística. Habiendo apurado su estancia en Vallecas hasta que un equipo de la clase media alta de la Liga hubiera apostado fuerte por él y quizás haber logrado alguna internacionalidad ocasional durante una etapa de transición en el equipo nacional.

Así que muchas veces me he mostrado no como claro opositor a la Ley Bosman, pero sí como un grave problema a la hora de perder la identidad en muchos equipos de nuestro fútbol. Pero tomando el ejemplo de 'Michu' sin haber sido pionero en destacar en una gran liga europea, si vemos la 'Ley Bosman' como exportadores, veremos que las carreras de muchos de nuestros jugadores pueden tener un guión diferente y con ello, nuevas motivaciones que harán que suba la exigencia individual y el nivel colectivo.