Por Montse García
El costarricense Bryan Ruiz tiene los días contados en su actual equipo, el Twente. Con una trayectoria en ascenso y avalado por sus goles, la Eredivisie se le queda pequeña. Olimpiakos, Newcastle, Nápoles, Zenit, Standard de Lieja, Brujas o Hoffenheim son algunos de los interesados en el delantero. De momento continúa en Holanda forjando un destino que le puede acercar a España.
La temporada 2009/2010 tuvo como colofón final la obtención del campeonato de liga. Sus goles tuvieron gran parte de culpa en dicho triunfo. El nuevo curso ha comenzado de la misma manera, Bryan sigue a un excelente nivel y en cada jornada demuestra su calidad individual. Posee las principales características que definen a un delantero decisivo. Su físico le permite complementar a la perfección envergadura y movilidad. Suele jugar tanto de extremo como delantero moviéndose al borde del área. Destaca su velocidad gracias a su amplia zancada y en carrera no duda en realizar el cambio de ritmo con el que desborda a los defensas. A pesar de su 1.88m es ágil y con una chispa especial gracias a la que idea pases y jugadas elaboradas. Aunque posee la inteligencia y audacia suficiente para generar las acciones, éstas no suelen tener un buen final. Es un habilidoso en el regate donde se aprecia el amplio abanico de recursos técnicos que posee. Con su altura, es innegable el potencial en el juego aéreo tanto para jugadas ofensivas como defendiendo ante córners contrarios. En definitiva, Bryan Ruiz es un jugador dinámico y con movilidad. Como buen delantero, tiene desarrollado el sentido de los desmarques y sabe jugar al límite del fuera de juego sin rebasarlo. No se deja intimidar y en cada jugada deja entrever la inteligencia con la que toca el balón.
Su talento es innato, un don llamativo desde que nació. Aún tenía puestos los pañales cuando ya le daba patadas a un balón. Comenzó sus andanzas siendo un niño en el equipo de su barrio. Sus aptitudes para este deporte provocaron que fuera parte del Proyecto San José de Liga Deportiva Alajuelense con trece años. Durante dos temporadas demostró su capacidad de aprendizaje, su desparpajo en los campos y su astucia goleadora. Sin embargo, en plena adolescencia se planteó abandonar su carrera debido al escaso protagonismo dentro del equipo. Fue entonces cuando se cruzó en su camino Enrique Vásquez, perteneciente al Staff de la Liga Deportiva Alajuelense. Bastó unos minutos tocando el balón para que apreciara su calidad y técnica. Aún así tenía sus dudas por lo que quiso ponerlo a prueba obligándolo a que se presentara a los exámenes con el equipo de Alto Rendimiento. En ese momento Bryan tomó la decisión. Si no pasaba la criba abandonaría este deporte para siempre. El resultado pueden imaginarlo. Pasó sin problemas y en poco tiempo se encontraba como uno más del primer equipo. LLegó a debutar en 2003 y con tan sólo 18 años en primera división.
Su país se le quedaba pequeño y debía emigrar a Europa para seguir avanzando en su consolidación. Aterrizó en Bélgica en el KAA GENT donde se topó con un gran muro. La falta de confianza o el escaso entendimiento con el técnico lo relegó al banquillo. Finalizaría la temporada sin disputar minutos ni darse a conocer. Todo cambiaría en el siguiente curso. Con el cambio de entrenador y a base de trabajo duro supo dar el giro a su trayectoria profesional. Se iniciaba el camino al estrellato del delantero. Era la temporada 2007/2008 y se pondría en el mercado en busca de nuevo destino. El elegido sería el Twente holandés previo pago de 5 millones de euros. Con esta cantidad se convertiría en el fichaje más caro de la entidad. Su buen regate, excelente velocidad, su zurda definida y las victorias en el cuerpo a cuerpo lo merecían. El fichaje fue un acierto que coincidiría con la época dorada del club.
La temporada 2009/2010 ha sido la clave. Sus tantos han ido acercando a su club al título casero. Se ha hecho indiscutible a la par que en Costa Rica nacía un nuevo héroe. Aún no es consciente de la repercusión que está teniendo en este deporte. En su país es uno de los máximos referentes. Quizás si hubieran logrado el pase a Sudáfrica la explosión habría sido mayor. Lo destacable de él es su humildad y cercanía. Es admirado mientras mantiene la misma sencillez con la que debutara en Alajuelita. De aquella época mantiene la ilusión y entusiasmo del principiante que toca por primera vez un balón aunque con las tablas y experiencia que le corresponden. Por ello, son muchas las entidades europeas que se pelean por él. Las ha rechazado todas aunque le prometieran cifras astronómicas, como ocurriera con el Zenit. Prefiere su calidad profesional antes que mejorar económicamente. Al considerar la Eredivisie superior a la liga rusa ha preferido quedarse hasta que llegue la oferta que le aporte lo que necesita. A falta de cerrar el mercado de verano, parece que militará un año más en el Twente. No tardará en cambiar de club a uno acorde con su calidad. La comadreja, como le llamaban en Costa Rica por su físico y forma de moverse sobre el campo con rapidez, podría llegar a España. Ha habido tanteo de clubes como FC Barcelona y Sevilla. El interés del segundo fue directo y podría haberse oficializado si Luis Fabiano hubiera abandonado el club de Nervión. Con su brillante actuación en cada partido disputado conquista a todos los seguidores de este deporte. Es la máxima figura de los Tukkers a la vez que es ovacionado al otro lado del Atlático. A sus 25 años tiene un largo futuro por delante en el que demostrar que cuando escogió seguir practicando este deporte no se equivocaba.
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