Perfil bajo, mérito alto

Iba a hablar de Messi, de Maradona, de Puskas, de Van Basten, de Maldini y de muchos más jugadores que no entran nunca en las quinielas de mejores la historia. Pero hoy he pegado un repaso a un periódico y me he dado cuenta de que lo que da brillo a un deporte no es sólo el gran héroe de turno, sino el cotidiano. Así que hoy me lanzo a homenajear brevemente a lo mejor de lo mejor en los banquillos españoles. No voy a hablar de Guardiola o Pellegrini, grandísimos entrenadores con magníficas trayectorias repletas de éxitos tanto como jugadores como entrenadores. Hoy toca hablar de otros, en concreto de dos, pero que podrían ser muchos.

El primero logró un hito en la historia del Levante UD: devolverlo a Primera División tras cuarenta años de agonía. Logró hacer un fútbol vistoso, logró marcar la diferencia en una categoría muy dura y logró aprovechar a jugadores desaprovechados. Logró que Rivera, jugador de clase pero de pocas oportunidades para demostrarla, se convirtiera el mismo año en el jugador de Segunda División con más robos y más asistencias. Logró compactar una delantera fabulosa sin titular fijo (los Reggi, Congo y Aganzo tuvieron sus momentos de suma importancia en el ascenso). Logró un hito en un equipo gafado y su club le premió con una destitución absurda cuando la temporada estaba acabada. Siguió luchando y volvió a su tierra, donde dio buenas tardes de fútbol dentro de sus aspiraciones. Y ahora arma un Sporting de Gijón con mayoría abrumadora de jugadores españoles, con un estilo directo y ofensivo, con una defensa y contención rocosas y con un patrón de juego muy reconocible. Tiene al equipo en un meritorio undécimo puesto y mira sin tapujos a una posible clasificación para Europa en las próximas temporadas si la cosa no se tuerce. Y todo ello con un presupuesto de division inferior. Quien no quiera ver que Preciado es uno de los mejores técnicos de la categoría se está perdiendo una joya.

El otro personaje a ensalzar hoy tiene una trayectoria más accidentada si cabe, más irregular y más repleta de decepciones que el cántabro. Se puede decir sin miedo que Pep Guardiola debe mucho a este entrenador, quien coincidió con él en Oriente Medio cuando la carrera del bueno de Pep se agotaba. Juanma Lillo nunca abandonó su método elástico y vistoso, su filosofía cuasi-zen de paciencia y lucha estética. Nunca se adaptó a estilos diferentes porque no era su camino. Y tras experiencias aciagas, como la de la pasada temporada en la que no consiguió aupar a la Real Sociedad a Primera División, el salmantino ha conseguido sacar al Almería de donde estaba y amenaza con meterle en un estrato superior de la liga. Y todo desde el respeto a la pelota y a un esquema elástico pero innegociablemente ofensivo. Quien crea que Lillo ha encontrado su sitio puede estar ganando una apuesta.

JM Martín

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5 Comentarios

Unknown ha dicho que…
estuvo en el atleti-donde no tuvo suerte- y dicen q ya ha firmado con el sevilla pero para mí el mejor entrenador de este tipo es junto con Preciado MANZANO. También Lotina o Caparrós. Gran artículo como siempre de jm q me ha recordado q estos entrenadores se salen
Miquel ha dicho que…
Lotina también se merece un artículo de estos. Es el Jabo del SXXI.



Saludos
Redacción ha dicho que…
Lillo se quedo a 3 minutos de subir a la Real, pero en Vitoria el Alaves dio la vuelta al resultado en el 90 y 93...dolio

Muchisimos jugadores dicen que es el mejor entrenador que han tenido...por algo sera, digo yo.

Un saludo
nicolas ha dicho que…
Me gusta mucho esto de los entrenadores "medianos". No son reconocido porque no entrenan un grande, ni ganan títulos. Pero todos los que ven su trabajo saben apreciarlo como si lo realizara el mismísimo Mourinho o Ferguson.

Desde mi punto de vista, hay muchos buenos entrenadores que nunca han recibido una oportunidad: Manzano, Lillo, Lotina, Preciado...Son muchos los entrenadores que realizan un grandísimo trabajo en equipos de media tabla, cuyo principal objetivo es salvar la categoría lo antes posible y terminan luchando por Europa.
Biskinson ha dicho que…
Un dato, pese a la corta estancia de preciado en el Levante, ha ganado recientemente el premio al mejor entrenador de los cien años de historia granota por votación popular. Dice mucho en favor del técnico y muy poco en favor de Villaroel y cía.

En cuanto a Lillo, debo decir que no es santo de mi devoción. Me parece otro pseudofilósofo tipo Valdano de bonitas palabras pero carentes de significado. Algo de simpatía sí que le tengo desde que Paco G Caridad se empeña en llamarlo Juan Malillo queriéndose hacer el gracioso.