Después de la buena acogida del anterior torneo, Suecia e Italia se postularon para ser sede de una nueva edición de la competición y se cuenta que Benito Mussolini se encargó personalmente de que fuera "el país de la bota" la elegida viendo cómo el fútbol tenía una gran aceptación en todos los estratos de la población y pensó en usar el Mundial, mucho menos serio de lo que es ahora, como propaganda de las virtudes de su régimen político.
Independientemente de eso, una mezcla entre la repercusión que tuvo la Copa celebrada en Uruguay y la comodidad de viajar por Europa (evitando el viaje transoceánico) hizo que muchas más selecciones (34) se inscribieran para la previa de dicho torneo quedando dieciséis equipos para la disputa de la fase final.
Entre esos dieciséis, estaba España, que escribía así el primer capítulo en su participación mundialista que concluyó con un gran quinto puesto.
En torneo de eliminatoria pura, España se encontró en Brasil en octavos, a la que venció por un claro 3-1 (3-0 en la primera mitad) pero dejó la primera muestra de su problema con los cuartos al cruzarse con Italia.
Empataron a uno y al día siguiente, en el partido de desempate, la Squadra Azzurra se impuso por 1-0.
La gran figura del combinado español que acudió a esta cita fue el grandísimo Ricardo Zamora. Seguramente uno de los mejores porteros de la historia conocido como "El Divino".
En cuanto al resto del torneo, sobrevoló la sospecha de amaño para favorecer a Italia, muy interesada en demostrar su supremacía mundial aunque fuera a través del fútbol.
Un camino aparentemente sencillo con Estados Unidos, Austria y Checoslovaquia en el camino (junto a España, obviamente, que sería el equipo más duro con el que se cruzó), arbitrajes dudosamente favorables y acciones fuera del campo para amedrentar a los rivales que ayudaron algo a un combianado italiano que, todo sea dicho, tenía un gran equipo.
Este Mundial también será recordado por ser el primero en el que una selección africana tomó parte: Egipto, que cayó en octavos ante Hungría.
Y siguiendo con el apartado de curiosidades, Uruguay, campeona cuatro años, no quiso participar, como muchos equipos sudamericanos. De hecho, sólo Argentina y Brasil acudieron representando al cono sur americano y no sin polémica.
Debían ganar su plaza disputando una eliminitoria previa ante Chile y Perú respectivamente a la que no se presentaron... pero fueron los chilenos y los peruanos los sancionados por la organización dando el billete a los gigantes del fútbol sudamericano.
Pero para mí, este Mundial dejó una de las anécdotas más curiosas y representativas de lo que es el fútbol a nivel social e incluso político. ¿Cómo iba Mussolini a tragar con un invento inglés? (Ambas naciones enfrentadas por las diferencias políticas) Fácil, italianizándolo lo más posible, y no me refiero a que el dictador inventó el Catennacio, pero sí que se encargó el adaptar los vocablos más usuales, que aún se emitían en inglés debido a la "juventud" del fútbol al italiano.
Así, el football pasó a llamarse calcio, el penalty a calcio de rigore, el free kick a calcio de punizione, el goal se llamó rete o el mister a allenatore
A nivel individual el checoslovaco Nejedly fue el máximo goleador de la competición con 5 goles y cómo no, también con polémica, porque hasta 2006 (ya había fallecido el que fuera delantero del Sparta de Praha) la FIFA no reconoció un quinto gol que rompía el triple empate con el alemán Conen y con el italiano Schiavio que consiguieron cuatro tantos.
Y como mejores jugadores del torneo, difícil diferenciar entre Giusseppe Meazza y el oriundo Raimundo Orsi, fantásticos atacantes de italia que aunaban técnica y entrega a partes iguales.
6 Comentarios
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Buen repaso a aquel Mundial.
Un saludo.
El rincón del balompié