¿Recurso técnico o frivolidad innecesaria?

El título del post es el eterno debate que se plantea cuando vemos a un jugador ejecutar una rabona. Para el que no lo sepa, la rabona es el movimiento por el cual se golpea el balón por detrás de la otra pierna cuando el jugador confía más en su golpeo natural y necesita sacar un centro rápido y por norma con poco espacio.

No podría deciros quien fue su inventor pero si recuerdo como llegué a conocer este gesto técnico cuando gracias a la llegada de los programas dedicados a fútbol mundial, vi como un desconocido jugador brasilero llamado Edú (nada que ver con el del Valencia) era un especialista en esta suerte cuando caía a banda derecha y siendo zurdo cerrado sacaba unos centros perfectos hacia el área.

Pero con el paso del tiempo este gesto se ha ido popularizando y los jugadores más técnicos lo incluyeron en su repertorio. Algunos jugadores de banda, con la llegada de los extremos a pierna cambiada, vieron como con este recurso como elimaban el recorte para centrar con su pierna buena o dejaban de confiar en sacar un buen centro con su pierna mala. 
Esta sería la idea principal si la rabona no se hubiera utilazdo también como adorno o frivolidad en tantas ocasiones.

Yo no os quiero engañar. Apuesto siempre por el fútbol sencillo y lógico, pero una regate inesperado, un amago, un "aclarado" es el detalle que rompe de manera inesperada y abre al rival y aunque quizás la rabona esconda una carencia técnica de base, como el golpeo con las dos piernas, regala al aficionado un momento casi mágico que si acaba en gol, llena los resúmenes deportivos... algo tendrá entonces, ¿no?



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