¿Explosión o implosión?

Recuerdo como cambiaba los partidos del Barça el año pasado la inclusión de Bojan. En un panorama en el que  Messi y Eto'o estuvieron tiempo lesionados, Ronaldinho no quería jugar y Henry se parecía poco o nada al que enamoró en Londres, la participación del de Linyola en la vanguardia culé revolucionaba el ritmo de la delantera. Desmarques, tiros de fuera del área y sobre todo mucha ganas de demostrar.

Muchos fuimos los que, tirando de memoria, decíamos que desde la irrupción de Raúl no se recordaba un debut tan bueno en cuanto a sensaciones que el del joven Bojan y le augurábamos un gran futuro en Can Barça. Llegó incluso la citación para la Eurocopa pero tomó la polémica decisión de rehusarla en pos de descanso y de una preparación óptima de cara a una temporada en la que se le intuía más protagonismo de la que cerró.


Después llegó Guardiola, paradigma del canterano triunfador que además, tras su paso por el B, conocía el fútbol base y los especialistas presentaban la fijación por la cantera como uno de sus avales. Y poco tardó en confirmarlo: Córcoles, Víctor Sánchez, Jeffren, Pedro y la gran sorpresa de Busquets en el stage de pretemporada daban buena nota de la salud de La Masía... Pero ya desde la pretemporada pudimos ver el detalle de que Bojan no disfrutaba de tantos minutos como antes.

Primero se achacó a la obsesión de Pep de recuperar al gran Eto'o y al gran Henry para la causa culé, después el estado de gracia de Pedro... pero al final se acabaron de encontrar razones por las que Bojan no gozaba de tantos minutos como antes. El discurso oficial del club (entrenador y jugador) siempre ha sido el mismo: hay muchos partidos para todos, es joven y tiene tiempo de sobra para ser historia del club, hay que ir entrando poco a poco en el once... pero nos acercamos al tercio de la liga, al descanso de Champions y Copa y las sensaciones que transmite Bojan no son las mismas que hace tres meses.

Hoy por ejemplo, partía como titular en el partido que enfrentaba al Barça y al Getafe en el Camp Nou (1-1) y se le ha visto más ansioso que descarado, muy inseguro y hasta fallar a puerta vacía y a escasos dos metros un gol cantado (pero con la jugada anulada por un fuera de juego). Poco después ha llegado sus sustitución, acompañada de aplausos del público, que sabe que tiene un diamante en bruto.
En el banquillo se le ha visto preocupado y hasta iracundo con el transcurrir del partido.



Esta misma semana había declarado que no estudiaba salir cedido en el mercado de invierno en busca de más minutos y sabe que hoy no ha dado motivos para que entendamos esta postura. Ahora pienso que quizás su cabezonería a la hora de triunfar en su equipo de toda la vida le cueste el llegar al estrellato más tarde.
Bojan sería titular en cualquier equipo de la Primera División sólo por la ganas que tiene de demostrar, pero en un grande estas ganas se convierten en angustía cuando no llega el gol y esa angustia se convierte en un juego desquiciado que le va restando minutos de participación.

Así que dejo el debate sobre la mesa ¿Se está equivocando Bojan al querer continuar en el Barça? ¿Debería pensar en ir cedido a un equipo con menos pretensiones y en el que disponga de más minutos? ¿Se midió mal su aportación basándose en lo que hizo el año pasado y en lo que puede hacer tal y como está el equipo ahora?

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