Sevilla Campeón de la UEFA

Acaba de finalizar la emocionantísima final de la Coap de la UEFA de 2007 que enfrentaba a dos equipos españoles, el Esapnyol que actuaba como local y el Sevilla, actual campeón.

El conjunto hispalense partía como favorito debido a su gran temporada, pero nadie se fiaba de unos pericos que sabían que no son "buenos invitados a las fiestas".
El partido ha sido de los que me gusta denominar "duelo de caballeros", ataques y contraataques en la primera parte que la tornó muy interesante.
Pese a que el Sevilla hilaba más fino las jugadas, el "efecto Zabaleta" (garra y pundonor) hacía que las virtudes de los blanquiazules se multiplicaran por diez y dieran la seria sensacion de que podían ganar.

El partido transcurrió así hasta que a los dieciocho minutos...



Parecía que el Sevilla había abierto la caja de Pandora, pero el partido siguió por los mismo derroteros. El Sevilla encontraba en Kanoute un perfecto pivote alrededor del cual giraban sus compañeros para el ataque dinámico, pero el Espanyol encontró su referente en Riera, que se abría como un extremo debe hacer para dar una opción de salida.
Y en una de estas jugadas, el extremo zurdo inició una diagonal que ningún sevillistas supo frenar...



Tablas de nuevo y parecía que el Espanyol no tenía ningún tipo de complejo cuando siguió intercambiando ataques con el Sevilla hasta el final de la primera parte.

La segunda parte se inició con las mismas intenciones pero quizás con una marcha menos, los dos sabían de lo que eran capaces y de lo que no. Se mascaba una tensión en el ambiente, el temor a perder. Quizás la final se hubiera empañado de esa sensación, cuando a los sesenta minutos de juego...



Desequilibrio en el once. Un plato demasiado apetitoso para el Sevilla y un riesgo demasiado grande para un Espanyol que había trabajado mucho para llegar ahí.
El Espanyol se dedicó a anular de la manera que pudo las continuas pero poco imaginativas acometidas rojas, buscando demasiado a Navas.
Otro punto clave del partido fue la manera de eliminar a dos jugadores claves, Tamudo que fue el sacrificado para reordenar el equipo e Ivan De la Peña, que estuvo sobreexcitado durante todo el partido y ponía en serio riesgo de dejar de contar con su concurso debido a sus aireadas y continuas protestas.
Demasiado ya para el Espanyol.

Pero el Espanyol aguantó, de la mano de un Zabaleta que leyó el partido y cortó cuando el equipo necesitaba un aire e Iraizoz que sacó alguna que otra mano de las suyas.

En la prorroga parecía que el miedo al error que les costase la final se acrecentaría de la manera en la que lo hizo, pero el Sevilla aún tuvo la sangre fría de intentarlo y el Espanyol no veía moverse el reloj.
En el minuto ciento cinco una de esas jugadas por la derecha de Navas...



Parecía que se acaba el sueño espanyolista. Demasiado cansancio y pocas posibilidades de crear más de cuatro jugadas de peligro.
Pero en una de esas recuperaciones pericas, el balón llegó al sustituto de De la Peña, Jonatas que se encargó de...



¡Empate! y sin a penas tiempo para nada más. Todo se decidirá en los once metros, "como hace diecinueve años" penasría algún veterano espanyolista...y sí, como hace diecinueve años...



Quizás el fútbol haya sido demasiado cruel con el Espanyol, pero desde luego ambos equipos fueron merecedores de haber ganado esta copa y nos han regalado un grandísimo partido.

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