El regreso de la pantera rosa

Una vez más hago caso a mis buenos amigos, que saben de fútbol una barbaridad y le voy a dedicar una entrada a una de las revelaciones positivas de la liga española, Frederic Kanoute.

Es llamativa la evolución y la aclimatación del jugador de Malí a la liga española y pienso que gracias al Sevilla y al buen hacer del cuerpo técnico ha seguido una trayectoria ascedente, tanto que cuando Kanoute no juega, el Sevilla lo siente de sobremanera.

Pero ¿qué hace diferente a Kanoute? Pues como ha mucho jugadores les ocurre, su complexión física no va acorde con su juego. Es alto y fibroso, a primera vista podría parecer un ariete o un rematador oportunista, pero este año nos esta enseñando que aguanta muy bien el balón de espaldas a portería, pivotando y esperando a sus compañeros de segunda línea, que ha sabido asociarse con todas las parejas de baile que ha tenido (Kepa, Luis Fabiano, Chevantón o Kerzakhov) explotando sus virtudes en favor de ambos, que de manera más o menos ortodoxa remata a gol todo el balón que pasa por sus inmediaciones. Pero por encima de todo esto su visión de juego, el leer los partidos, que hace que un delantero destaque más si cabe que por meter una cantidad considerable de goles.

Un guiño simpático del jugador del Sevilla es que su desgarbada carrera le hace impredecible a la hora de regatear y provoca en los defensas esa sensación de que va a caer cuando de repente imprime una marcha más a su zancada.
Buen juego aéreo, remate con ambas piernas efectivo y seguro desde los once metros, esto hace que a estas alturas de la liga, Kanoute sea el máximo goleador, siendo el principal beneficiario de la máquina de jugar al fútbol que Juande Ramos a montado en Sevilla.

Me gustaría saber si el Sevilla lo vendería si llegara una buena oferta por él, porque si bien es cierto que no tuvo reparo en vender a Reyes, Baptista y Ramos, el juego del africano es mucho más determinante por lo que aporta a nivel individual y a nivel colectivo.