Cincuenta años de diablos rojos paseando por Europa

Anoche se celebró un partido homenaje a una magna institución futbolística como lo es el Manchester United puesto que esta temporada se cumplen cincuenta años desde su primer partido de competición europea.

Lo normal de estos partidos es lo que vimos anoche, un partido carente de cualquier tensión, en el que los jugadores sonríen con complicidad después de intentar cosas que en un partido de competición lo encorsetado de los sistemas no les dejan.
También nos venden la los combinados de estrellas que generalmente nacen con muchas ilusión pero que poco a poco se van cayendo primeras espadas por lo inoportuno en su apretado calendario futbolístico. Pero una cosa es tener los nombres y otra el poder coesionarlos con lógica y funcionalidad.

Pero en el caso del partido de anoche, todo eso no importaba. Me gustan estos partidos por la magia que se respira. No es explicarlo, son partidos para ir a verlos y entonar el himno junto a cincuenta mil personas más con las que has visto crecer a tu equipo. Enserñarle a tu hijo un templo del fútbol mundial o contarle con nostalgia "cuando yo tenía tu edad veíamos el fútbol de pie en escalones de piedra".

Pero ¿merece el United este homenaje? Por supuesto:

- 1 Intercontinental
- 2 Copas de Europa
- 1 Recopa de Europa
- 1 Supercopa de Europa

¿Escaso bagaje? Sí, pero exagerademente cargada de sentimientos, sus dos Copas de Europa la primera de ellas enseñando uno de los mayores talentos del mundo del fútbol, George Best y la otra regalándonos una de las finales más emocionantes y cardíacas que se recuerdan en el Camp Nou.
Esa Recopa, en la que Mark Hughes se vengó de su exequipo el Barcelona...

Brindo por ti, United, por otros ciencuenta años.